"La historia de Eva Valdez, la mamá de Malova, a quien no le gustaba la política"

"Muere a los 81 años en Los Mochis la madre del ex Gobernador Mario López Valdez. A fines de 2010 relató a Noroeste el origen de su historia y cómo rompieron el círculo de la pobreza"

Tener un hijo Gobernador le generaba sentimientos encontrados a Eva Valdez Miranda.

Una mezcla de satisfacción y orgullo, y a la vez, de angustia, miedo.

Y es que a la madre del ex Gobernador Mario López Valdez no le gustaba la política, reveló a fines de diciembre de 2010, en una entrevista exclusiva con Noroeste.

En la víspera Mario, su primogénito, se convertiría en la figura central de la vida pública de Sinaloa, para los siguientes 6 años.

Doña Eva recibió a Noroeste en su casa, en Los Mochis, para narrar cómo nació esta historia.

Pero la de ella, en particular --y de la que se hablaba poco—era paradigmática: la de una mujer que venía de la pobreza extrema, de la nada.

Y que, como muchas mujeres de su generación con pocas o nulas oportunidades, habían sacado adelante familias numerosas, a base de trabajo.

Eva Valdez no conocía a su esposo, Francisco López Lugo, a quien apodaban “El Chico”. Y a quien se la “robó”, subiéndola a un caballo.

Ya con los hijos creciendo, la señora Eva horneaba pan, hacía asaderas y preparaba tamales, para que los vendieran sus hijos, empezando por Mario, el mayor de los siete hermanos.

“Mi mamá no tenía ‘cansadura’ para el trabajo. Era incansable. Y no es penosa, no le da vergüenza sacar las cosas”, confió aquella tarde Lidia, al lado de su madre.

Pasajes íntimos

Sentada en una mecedora de madera, con un altar a la Virgen de Guadalupe al lado, y acompañada de sus hijas Lidia y Esperanza, la señora Eva abrió a Noroeste recuerdos e ideas, en uno de los pocos momentos que aceptó abrir en público la intimidad familiar.

Ahí, entre cuadros y fotografías, narraba cómo habían logrado salir de la pobreza extrema, del rancho El Cubiri de la Loma, en Sinaloa municipio y en lo cual su hijo, Mario, quien desde los 8 años vendía su pan, sería pieza clave.

Fue él quien le compró su primera casa en Los Mochis, en tiempos en que su hijo ascendía en la actividad comercial, con sus ferreterías Malova. Era una etapa que doña Eva disfrutaba, confesó.

No así el ciclo en la política, que terminaría siendo controversial en la vida del ex Mandatario.

“Mario, le dije un día, salte de la política”, relató doña Eva aquel día. “Eso nunca mamá, me dijo, no puedo”.

“Yo no quería. No me gusta la política. Le dije ‘Mi hijo, qué necesidad tienes de eso, tienes con qué mantenerte, con qué darnos a nosotros. Tienes tus negocios, tus ferreterías”.

Para entonces a Malova ya lo había “tentado” el ex Gobernador Juan Millán, quien en 2001 lo introdujo en estas lídes, para hacerlo Alcalde de Ahome en el trienio 2002-2004.

Carrera en el poder político que culminaría con la Gubernatura en 2016.

“No m´hijo, pa´qué, si ya estoy vieja”

Eva Valdez Miranda nació el 1 de enero de 1938, en un rancho donde no había escuelas, consultorios, iglesias. Menos, oportunidades.

“Soy hijo de una madre analfabeta, a mucho orgullo”, decía Malova en sus discursos. Ella contó que su hijo le quería poner maestro, pero ella se negaba con un “No m´hijo, pa´qué, si ya estoy vieja”.

Persona sencilla, no le gustaban los reflectores y mostraba nulo interés en los asuntos de la política. Contrario a su esposo, quien “siempre estaba enterado de las noticias, miraba los noticieros de la noche, para saber qué decía el Presidente”.

--¿Por qué no le gusta que su hijo ande en la política, doña Eva?

--Porque tenía mucha gente a su lado, tenía mucho a quién ayudar. “Ya no me puedo salir mamá”, me dice. “Está bien hijo, Dios que te bendiga, y así me la llevo, echándole bendiciones de día y noche, a todos”.

--¿No le gusta a usted la política?

--No, por mi gusto no anda. Pero yo qué puedo hacer. Lo que él quiera, qué voy a ser yo, no lo mando yo. Y encomendarlo a Dios.

Y es que la política había ido espaciando los encuentros de Malova con la familia, por aquellos años.

Ya con Malova en la gubernatura, fueron escasas las apariciones públicas de doña Eva, quien en marzo de 2011 tuvo unos de sus primeros quebrantos graves de salud, con un derrame cerebral.

Murió la noche del 5 de febrero, a los 81 años.

Le sobreviven sus siete hijos, Mario, Genaro, Esperanza, Guillermo, Lidia, Francisco y Abel.

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